Quien a buen árbol se arrima...

viernes, 2 de agosto de 2013

La Repoblación Forestal. Un año en Galicia por Ángel Carrera (1920)

El 27 de mayo de 1920, hace hoy 34.156 días, es decir poco más de 93 años y medio, el diario "El Sol" en su "Sección Forestal" publicaba una reseña del libro "La Repoblación forestal. Un año en Galicia" cuyo autor era Ángel Carrera Cejudo (1896-1923) Ingeniero de Montes de la 62ª Promoción (1917). [Nota: dicho autor es erróneamente citado como Ángel Carreras en el articulo]

Al citado libro el blog "Eucalyptus Endeavour project!" dedicó un post hace un par de años.

A continuación reproducimos la reseña de El Sol, tanto en texto transcrito como en el original escaneado (Los subrayados son nuestros):


Plantando árboles en Mondoñedo (LU)
27 enero de 1925
Ruth Mathilda Anderson
Este joven y culto ingeniero de Montes acaba da publicar un interesante trabajo de divulgación del problema forestal gallego, digno del mayor encomio.
La falta de literatura forestal bastaría para que fuese laudable todo trabajo de esta índole; mucho más digno de ser alabado es el del que a la vez acierta en las orientaciones y nos muestra un fondo de cultura y un amor a la profesión que en nuestros días se echa mucho de menos. 

Después de hacer un estudio general sobre el régimen administrativo de los montes públicos y de las causas de la decadencia forestal en España, estudia el problema gallego, aportando datos muy interesantes acerca del mismo. 
La superficie forestal gallega la fija en 1.630.000 hectáreas, de las que 1.200.000 son de propiedad particular. Entre ellas, 400.000 están dedicadas al pasto, y el resto se halla medianamente arbolado de pino pinaster, roble y castaño, principalmente, entre las otras muchas especies espontáneas de la flora gallega. 
La guerra ha sido un terrible azote para la riqueza forestal de este país; más de 1.000 toneladas diarias se han cortado en Galicia, a pesar de la ley de defensa de bosques, y a la repoblación, en cambio es nula. El Estado tiene un solo vivero importante para toda Galicia, y unido esto a la gran división de la propiedad, a la falta de espíritu de asociación del propietario gallego y a la carencia absoluta de propaganda y bibliografía forestal, hace que el balance sea desastroso en una región tan apropiada para estos fines como es la de las provincias gallegas y en las que la obra de la repoblación habría de ser de un excelente resultado económico. 
Es muy digno de atención el capítulo que señala las equivocadas orientaciones forestales de las asambleas agrarias celebradas en Monforte y Ribadavia, que tienden al reparto individual de las propiedad y a la acción directa de los Municipios en sus montes. 
El Sr. Carrera señala los fracasos de esa política forestal y el camino más conveniente que ha de seguirse, haciendo el estudio de los que corresponde en la obra total de la restauración forestal de Galicia a los Municipios, a las Sociedades particulares de repoblación y al Estado. 
Contiene este libro provechosas recomendaciones, e ideas muy acertadas sobre las especies indígenas y exóticas que deben emplearse en la repoblación de las montañas gallegas; la enfermedad de la “la tinta”, del castaño, ocupa un capítulo especial con las del “oidio” del roble; y además del estudio económico sobre el crédito, el seguro forestal, las hipotecas, etc, campa en todo el libro un ambiente de cultura y de lozana afición por un problema tan olvidado de los que más llamados estaban a ocuparse de él, que hace muy recomendable e interesante el libro, y digno de las más sinceras felicitaciones a su autor.



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