Con este post inauguramos una serie (ya veremos como de grande) para destacar algunas comunicaciones
ha celebrado en Vitoria-Gasteiz entre el 10 y el 14 de junio de 2013.
-----------------------------------------------------

Citando a Lorenzano (2007) afirman que «las palabras no son inocentes, tienen historia, tienen filias y fobias, tienen afinidades, tienen carga simbólica, afectiva, ideológica... tienen su razón de ser. Esto lo sabemos todos de ahí que no dé lo mismo una palabra que otra, por mucho que el diccionario nos diga que son sinónimos»
Recomendamos leer el texto completo por lo que supone de repaso, no solo del origen de los términos, sino de la propia ciencia forestal española. Pese a ello, y a modo de resumen, a continuación reproducimos uno de los párrafos de las Conclusiones que resume de manera clara y brillante la tesis defendida por los autores:
"Aunque silvicultura sigue la norma lingüística, ignora la tradición y la cultura forestal españolas. Al término selvicultura se le achaca haber quedado relegado al colectivo forestal quien parece conservarlo más por corazón que con razón. Sin embargo, es una voz que aparece a la par que la técnica que define, incluso antes de que los ingenieros de montes –el colectivo que la utiliza– fueran uno de los Cuerpos de la Administración Civil del Estado. Su origen procede del lenguaje administrativo y adolece de pureza lexicográfica pero no por ello deja de ser plausible. Pascual, aún consciente de su incorrección, aceptó y validó el término que hoy está consagrado por más de 165 años de uso, dando nombre a una disciplina científica que, con independencia de su definición y contenido, tiene una larga trayectoria en nuestro país. Tanto antes como después de González Vázquez, prácticamente solo los textos procedentes de libros ingleses o franceses, y traducidos por personas ajenas al mundo forestal o del ámbito hispanoamericano, han recurrido al vocablo silvicultura en sus títulos. Relacionar los artículos científicos y técnicos actuales que usan la voz «selvicultura» en España sería en exceso prolijo pero evidenciaría que la voz sigue entre el colectivo profesional tan viva, o más, que en sus inicios. Por ello, no dudamos en considerar que lo pertinente sea el uso del vocablo selvicultura; por respeto a nuestros orígenes, a nuestros maestros y a una tradición forestal más que centenaria de la que nos sentimos orgullosos. Y además porque, parafraseando a Pascual (1870), «el uso, padrino natural, ha dado su veredicto». "
P.D. Cuando hace unos años creamos el proyecto Aula Silvicultura, que acabó dando nombre a este blog, elegimos esa denominación frente a Aula Selvicultura por una razón más simple, e inocente. Al contrario que en el caso de la R.A.E. "Selvicultura" es un término no admitido por la R.A.G. que exclusivamente admite "Silvicultura". Decidimos bautizar el proyecto como "Aula Silvicultura" ya que de esta manera el término sería correcto tanto en español como en gallego.
P.D2. A veces el problema es incluso peor que cual de las formas aceptadas se emplean:
REFERENCIAS:
- GONZALEZ-DONCEL, I., GIL, L . 2013. ¿Selvicultura o Silvicultura? Historia de dos palabras. En: G. Montero González, M. Guijarro Guzmán et al. (eds.), Actas 6º Congreso Forestal Español CD-Rom. 6CFE01-566 15 p. Sociedad Española de Ciencias Forestales. Pontevedra.
- LORENZANO, S.; 2007. La inocencia de las palabras. La Jornada, Opinión, 1 de junio de 2007. México, DF.