Reflexiones sobre el cultivo de los montes en el Reino de Galicia (1767)

Don Vicente Félix Calderón y Valdés, ostentó desde 1737  el título de conde de San Juan y vizconde de San Vicente, y en 1744 obtuvo en la  administración real el puesto de “juez superintendente de bosques y dehesas del Reino” por la vida de cuatro reyes.

En 1767 escribe el informe “Reflexiones que se le ofrecieron al Conde de S. Juan académico corresponsal sobre los tres puntos que propone la Academia de Agricultura del Reyno de Galicia, en orden al cultivo de los montes en dicho Reyno" [disponible aqui]

A continuación, extractamos un par de pasajes por su interés cara a conocer la historia forestal de Galicia:

"hay en las cinco Provincias de Orense, Tuy , Coruña, Betanzos, y Santiago algunos Montes, ó pedazos de tierra más o menos, según su extensión, incapaces de cultivo por estar llenos quasi interior, y exteriormente dé piedras, y por lo mismo inútiles para el género de Estivadas referidas; también es cierto, qué ninguno de estos Montes , y aun entré las mismas piedras deja de producir Arboles, y con especialidad Pinos, como lo acredita la experiencia en los; que de pocos años a esta parte se han sembrado, principalmente en la Provincia de Santiago : en cuya atención me parece sería muy conveniente dar alguna disposición para animar á los Labradores á que en semejantes sitios, sembrasen Pinares y qué además de ello en las quebradas, ó parages que les pareciesen mejores para Robles, ó Castaños, los plantasen á su arbitrio; pues de este modo lograrán con el tiempo los Vecinos de estas Provincias el gran beneficio en la abundancia, así de Maderas, como de Leña, cuyos dos géneros es evidente van quasi acabados en Galicia, y por ello se experimenta en ellos un precio muy excesivo en dichas Provincias; viéndose precisados los Naturales de algunas de ellas á cortar con los Azadones el Terrón del Monte para quemar en sus casas.”

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".. solo hay que remediar en las referidas cinco Provincias la falta, que se experimenta de Maderas, y Leña, animando á sus Naturales, á que procuren llenar los expresados Montes, y Parages inútiles de Pinares, pues los producen fácilmente y aun de todo género de Árboles; pero á su libertad, para que los usen, y beneficien, porque, imponiéndoles restricciones se caen de ánimo justamente y no plantan, como lo tiene bien acreditado la experiencia."